Enfoque PARTE 2

En el 2019, tuve la oportunidad de realizar una de mis metas y fue terminar un “Half Iron Man”.  Un evento que incluye las disciplinas de natación, ciclismo y carrera.  Las distancias son de por sí un desafío, y para la mayoría de las personas que lo realizan su primer objetivo es completar la carrera.  Recuerdo los entrenamientos diarios a los que me enfrenté con el objetivo de estar preparado para el evento.  Mi reto mayor era la natación en aguas abiertas.  A diferencia de la piscina, nadar en aguas abiertas requiere de otras técnicas para poder lograr el objetivo con eficiencia.  Una de esas técnicas es la “ORIENTACIÓN”.  La habilidad de sacar la cabeza del agua mientras continúas nadando para enfocar la meta y asegurarte que nadas en la dirección correcta. Quien no se orienta con frecuencia nadando en aguas abiertas, pronto descubrirá que el esfuerzo no es suficiente.  Recuerdo que al principio nadé con la cabeza dentro del agua todo el tiempo hasta que mis manos tocaron la arena en una dirección completamente desviada de donde se suponía me dirigía.  Realicé mucho más esfuerzo y gasté demasiada energía nadando en “zig zag” para llegar a la meta.  Hasta que aprendí a orientarme y nadé en línea recta hacia mi objetivo.

La orientación en la vida es igual a esos momentos en donde nos detenemos a evaluar si las acciones que tomamos a diario nos están acercando a las metas que nos hemos propuesto.  En estos años trabajando con personas he visto como vez tras vez la frustración se apodera de aquellos que tienen una falsa expectativa.  La falsa expectativa se produce cuando nuestras acciones diarias no son compatibles con nuestras metas y aun así esperamos realizarlas.  Son las pequeñas decisiones que hacemos a diario que le dan dirección a nuestra vida.  Si no las evaluamos con frecuencia corremos el riesgo de terminar tocando arena en un lugar distante a nuestra meta.

Al igual que en aguas abiertas, la vida presenta olas de retos constantes.  Si nos dedicamos a trabajar, trabajar y trabajar sin sacar la cara del agua, terminaremos cansados y frustrados.  Es importante mirar a la meta con frecuencia para hacer los ajustes necesarios que nos mantengan en curso hacia nuestros objetivos.

Te invito a realizar un ejercicio de orientación contestando estas preguntas:
¿Cuál es la meta que quiero alcanzar? ¿Mis acciones diarias me están acercando o alejando de mi meta? ¿Qué debo cambiar y qué debo seguir haciendo con el fin de lograr mi meta? Hazte estas preguntas y aplícalas a cada área de tu vida.  Tu relación con Dios, la relación con tu familia, tu carrera profesional y el ministerio que Dios ha puesto en tus manos pueden estar a una orientación para un cambio significativo. Saca la cara del agua.

No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Gálatas 6:7

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4 Comments


Laura - July 15th, 2022 at 10:39am

Amén, pastor Rafy! Mi única meta en estos momentos es agradar a Dios en todo lo que El me llame a hacer y estar preparada para el momento que El me llame a Su presencia.

"Puestos los ojos en Jesús el Autor y Consumador de mi fe"

Gilberto - July 18th, 2022 at 6:47am

Excelente Pastor, muchas veces he nadado de esa manera, mucho esfuerzo sin llegar a ningún lado; gracias por las enseñanzas, creo que estoy comenzando una nueva temporada en vida con una meta clara y en la dirección correcta.

Nellie - July 22nd, 2022 at 7:45pm

Muy acertado. En la orientación, la visión y el enfoque van de la mano. Nos conectan con nuestro entorno y nos ayudan a estar alertas para ser pro activos hacia la meta.

Jenny - December 21st, 2023 at 5:22am

Tan cierto el tema, estar orientados a la meta que ya Dios ha determinado para mi vida. Jesús es mi mayor meta, agradable, servirle, imitarlo y seguir sus pasos. Cumplir con la encomienda establecida para llegar a las vidas y mostrarles las ruta a Jesús. Cumplir con el llamado que ha determinado en mi corazón por hacer en su obra. Obedecer cada instrucción del Espíritu y Cumplir con las metas y sus sueños. Oro a Dios que me ayude a seguir cumpliendo mis sueños y los sueños de Dios para llegar a la meta y completar la carrera con gozo. Dios es fiel siempre. Un abrazo